- Ambas entidades han colaborado desde el inicio del fenómeno volcánico con la prestación de un servicio de ayuda psicosocial
- Además, a través del proyecto SOS La Palma, ganador de un Premio al Valor Social en 2021, se ha apostado por cubrir las necesidades de productos de primera necesidad
En el transcurso de la visita, que contó con la presencia de la responsable de Fundación Cepsa en Canarias, Belén Machado, y del coordinador provincial Santa Cruz de Tenerife de Cruz Roja, Rubén González, se hizo un repaso de las actuaciones realizadas, cuya dotación económica ha ascendido a 39.000 euros.
En ese sentido, los técnicos de Cruz Roja comentaron en detalle las ayudas entregadas a través de la iniciativa SOS La Palma, galardonada en la última edición de los Premios al Valor Social de Fundación Cepsa, centrada en cubrir las necesidades básicas de los afectados por la erupción. A su vez, incidieron en otra de las actuaciones desarrolladas conjuntamente tras la erupción volcánica, con la activación de un servicio de apoyo psicosocial de ayuda a los damnificados para afrontar desde su inicio la difícil situación y contribuir a mejorar su estado mental y emocional.
Belén Machado destacó durante la visita que “el apoyo de Fundación Cepsa a la población de La Palma se ha materializado por partida doble, ya que además de contribuir a cubrir las necesidades básicas se ha ido más allá, con la prestación de una atención prolongada en el tiempo, a través del servicio de apoyo psicosocial gestionado por Cruz Roja, que ha contribuido al bienestar emocional de los afectados, con la relevancia que tiene ese aspecto”.
Asimismo, remarcó la más que conocida solvencia de Cruz Roja para dar respuesta inmediata ante situaciones de emergencia social de cualquier índole. “Una vez más, la entidad destacó por su rápida actuación y por tener la capacidad de reaccionar de manera inmediata y de no solo ayudar, sino también canalizar las ayudas de la población y de otras entidades interesadas en aportar”, enfatizó.
Por su parte, Rubén González señaló que con esta colaboración Fundación Cepsa ha dejado patente su compromiso con aquellos colectivos más vulnerables, dando prioridad a una situación de emergencia como la vivida por parte de la población palmera afectada por la erupción”.
Además, puntualizó que “En Cruz Roja Española trabajamos para reducir las consecuencias de los efectos provocados por los desastres, con el objetivo de estabilizar la situación rápidamente, facilitando que las personas puedan reconstruir sus vidas lo antes posible. Para ello, la solidaridad desde el mundo empresarial es un aspecto también crucial”, al tiempo que hizo un llamamiento a empresas e instituciones para “que esa solidaridad se mantenga en el tiempo, pues las consecuencias económicas y emocionales de la erupción aún no han acabado”.
Acciones conjuntas y coordinadas
Fundación Cepsa y Cruz Roja fueron de la mano desde los primeros momentos de la erupción con la puesta en marcha de un servicio de apoyo psicosocial a los afectados en una situación especialmente dura, marcada por la pérdida de su hogar y en muchos casos de su medio de vida.
En este caso, se incidió no solo en aliviar las necesidades sociales en la fase de emergencia, sino también, en avanzar de cara a la estabilización y recuperación de las personas que sufrieron importantes pérdidas, contribuyendo a la mejora de su estado mental y emocional.
Para ello, se llevó a cabo la identificación de la población más vulnerable y con necesidades más urgentes, se valoraron las necesidades individuales y se dio respuesta a las mismas. A ello se sumó la derivación a recursos internos y externos de Cruz Roja, la mediación para garantizar el acceso a los recursos sociales, sanitarios y educativos de la unidad de convivencia, así como un seguimiento de las personas atendidas para valorar su evolución e inclusión plena en la sociedad.
Asimismo, y gracias al proyecto SOS La Palma, ganador de un Premio al Valor Social en la edición 2021, que tuvo como madrina solidaria a la profesional de Cepsa María del Mar García, un total de 117 unidades familiares pudieron cubrir una parte de sus necesidades básicas al recibir tarjetas para la adquisición de alimentos en supermercados, así como ayudas económicas para enseres del hogar y electrodomésticos de primera necesidad.